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Municipios michoacanos vs la inseguridad: ni abrazos ni recursos, sólo balazos

Especial MoreliActiva

La inseguridad en los municipios michoacanos se ha visto recrudecida desde el arribo de la 4T a México, toda vez que las acciones y estrategias implementadas para contener la violencia, han sido interpretadas desde los gobiernos de Morena como el despliegue de acciones sociales, en menoscabo de los patrullajes de las fuerzas policiales. Asimismo, tras la llegada del Gobierno morenista de Ramírez Bedolla se dejó a un lado el modelo del mando único, para suplirlo por el programa Fortapaz, que consiste en equipamiento y adiestramiento, pero al momento de firmar los convenios de colaboración, los alcaldes no han leído las letras chiquitas, ya que ahora les toca a las policías municipales encabezar los operativos contra la delincuencia, y de manera paralela, las fuerzas estatales se han replegado a tareas de “prevención”, las cuales son atribución legal de los ayuntamientos, no así del Poder Ejecutivo Estatal.

En resumen: la aplicación de la estrategia de los gobiernos de Morena de “abrazos y no balazos”, se ha traducido en menos compromiso y acción de las fuerzas policiales estatales, y en forzar a los policías municipales a emprender acciones que legalmente no les compete, como es el combate a varios delitos algunos de orden federal.

En México, la violencia letal es un fenómeno muy concentrado en 8 entidades federales: Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Colima, Estado de México, Chihuahua, Baja California y Zacatecas de acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) edición 2022 (el periodo analizado fue de enero a diciembre de 2021), que recoge datos sobre la medición y percepción de los ciudadanos respecto a la incidencia delictiva y seguridad en México.

En el caso de Michoacán, sobresalen los casos de Zamora, Uruapan y Morelia, como las ciudades en donde se acrecienta el clima de inseguridad. Partiendo de esta evidencia, la administración federal de Andrés Manuel López Obrador –al igual que la anterior de Enrique Peña Nieto– publicó su lista de municipios prioritarios y propuso una estrategia especial de contención del homicidio.

Así fue como en la conferencia matutina del 18 de diciembre de 2020, el subsecretario de seguridad Ricardo Mejía anunció el lanzamiento de una “estrategia integral para la reducción de homicidios en 15 municipios prioritarios”, lista que el pasado 21 de julio del 2021 se amplió a 50 municipios.

La estrategia de la actual administración de Morena fue presentada con mayor lujo de detalles en la conferencia matutina del 21 de julio de 2021. Los objetivos planteados buscan mejorar los ámbitos de coordinación interinstitucional y prevención social. En específico, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) propuso 10 acciones:

1.- Regular establecimientos mercantiles (Giros negros).
2.- Normar los centros de rehabilitación (Anexos).
3.- Incrementar polígonos y colonias de mayor incidencia de homicidios.
4.- Combatir el narcomenudeo.
5.- Abatir la extorsión (cobro de piso).
6.- Reforzar acciones de inteligencia y capacitación policial en el Sistema Penal Acusatorio.
7.- Vincular programas sociales a la pacificación (mejorando servicios públicos y recuperando espacios públicos).
8.- Contención de la violencia feminicida patrullajes y medidas de vigilancia (Protocolos).
9.- Seguimiento permanente en el Gabinete de Seguridad.
10.-Realización de reuniones del Gabinete de Seguridad encabezadas por el presidente de la República en cada uno de los municipios.

Como es visible, a un año de la implementación de estas acciones, pocos o nulos han sido los avances, en particular en el punto 10, toda vez que el Presidente López Obrador no ha regresado a Michoacán desde el 03 de diciembre del 2021, ya con Ramírez Bedolla al frente de la gubernatura. En aquella visita, López Obrador –de acuerdo al comunicado emitido por la Presidencia de la República- vino a “dar seguimiento al plan para Pacificar Michoacán”, consistente fundamentalmente en acciones para “garantizar oportunidades de desarrollo” a las y los michoacanos, que, en pocas palabras, es la entrega de los programas de Bienestar como son pensiones a adultos mayores, Beca Futuro, y apertura de bancos del Bienestar. No se dijo nada desde la fecha, de la entrega de mejor equipo y armamento ni a la Policía Estatal ni a las corporaciones municipales.

Uno de los rangos distintivos del “apoyo” federal al gobierno bedollista, es el arribo de integrantes de la Guardia Nacional y de las Fuerzas Armadas, las cuales emprenden patrullajes a veces acompañados de las fuerzas estatales, pero a veces de forma individual. Cabe destacar que, de acuerdo a ese comunicado, el Presidente de México se comprometió a “visitar trimestralmente a la entidad para estar al tanto de los avances en seguridad y bienestar”, hecho que no se ha cumplido, ya que desde el 03 de diciembre no ha vuelto a Michoacán. En ese periodo, se han registrado el asesinato de dos presidentes municipales (el presidente municipal de Aguililla, Cesar Arturo Valencia Caballero y el edil priísta de Contepec, Enrique Velázquez Orozco), así como varios funcionarios municipales, directores de Seguridad Pública, regidores, y jefes de comunidades.

Fortapaz y Guardia Civil, la “estrategia” bedollista

Ante el olvido federal, el Gobierno estatal hecho mano de la imaginación para sacar dos conejos de la chistera: el cambio de membrete e imagen de la Policía Michoacán, ahora llamada Guardia Civil, y la implementación de un programa novedoso que aún no demuestra su efectividad: el Fortapaz.

Este último programa consiste en: “una tasa de policías municipales destacamentada por cada mil habitantes, una disminución porcentual en la incidencia delictiva, un avance en el certificado único policial y un avance en la aprobación de las evaluaciones en control de confianza de la policía municipal, mayores a los promedios estatales, respectivamente”, pero con recursos provenientes del impuesto a la nómina cobrada al sector privado.

Hasta el momento, el Gobierno bedollista ha firmado convenios con más de 100 municipios, los cuales, acorde a su densidad poblacional y previo cumplimiento de requisitos, pueden acceder a una bolsa que casi llega a los 900 millones de pesos. La estrategia de acción del Fortapaz es atender aquellos municipios que concentran el 70 por ciento de los delitos registrados en Michoacán, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), los cuales son Morelia, Zamora, Uruapan, Lázaro Cárdenas, Pátzcuaro, Tarímbaro, Zitácuaro, Hidalgo, Apatzingán y La Piedad.

Sin embargo, algunos ayuntamientos que no son gobernados por Morena, han acusado que los recursos del Fortapaz no han arribado. Así lo señaló Octavio Ocampo Córdova, Presidente del PRD, quien puntualizó que “El gobierno habla del Fortapaz en el que, por cierto, a los presidentes municipales del PRD no les ha llegado el recurso, pero que, además, se ejerce con poca transparencia porque no hay licitación y es por adjudicación directa”. Y en ese tenor, también se manifestó el dirigente estatal del PRI, Guillermo Valencia Reyes.

Varios alcaldes de extracción perredista y priísta han señalado que una vez que se firma el Fortapaz, la llamada Guardia Civil ha dejado de efectuar operativos de forma coordinada con los ayuntamientos, toda vez que el argumento de los mandos estatales, es que las policías municipales ya reciben dotación de equipamiento, patrullas o tecnología en materia de seguridad.

Otro elemento a destacar es que en municipios que viven diario el flagelo de la delincuencia, en su mayoría de la región de tierra caliente, carecen de elementos policíacos suficientes para poder alcanzar la certificación que solicita el Fortapaz.

En suma: la estrategia de la 4T de los abrazos, no alcanza para garantizar la paz en muchas regiones de Michoacán, en donde los balazos es el pan de cada día.

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