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La producción y corte de la flor de cempasúchil en los municipios de Copándaro y Tarímbaro

La producción y corte de la flor de cempasúchil en los municipios de Copándaro y Tarímbaro, en Michoacán, es una tradición arraigada que cobra vida con la llegada de la noche de muertos. Estos pueblos se convierten en epicentros de una festividad única y colorida.

En los campos de Michoacán, el cempasúchil, con sus brillantes pétalos anaranjados, es cultivado cuidadosamente durante todo el año para alcanzar su esplendor en noviembre. Cuando se acerca la temporada de Día de Muertos, los agricultores se preparan para la cosecha. La flor se selecciona y corta a mano, conservando su frescura y vitalidad. Es un proceso que involucra a familias enteras, que trabajan juntas en los campos, recolectando las flores que adornarán los altares y tumbas de sus seres queridos.

Las calles de Copándaro y Tarímbaro se llenan de color y aroma a medida que las flores son apiladas en montones y llevadas a los mercados locales. Aquí, los visitantes y lugareños pueden comprar ramos de cempasúchil y otros elementos tradicionales para confeccionar ofrendas a los muertos. La flor se convierte en un símbolo de conexión con los seres queridos fallecidos, una forma de honrar sus vidas y mantener viva la tradición.

La producción y corte de la flor de cempasúchil en Michoacán para la noche de muertos es un ejemplo de cómo la cultura y la agricultura se entrelazan en una celebración que trasciende generaciones, recordándonos la importancia de mantener vivos los lazos con nuestros antepasados y la belleza que puede encontrarse en las tradiciones locales.

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