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El tabaquismo tan letal como el narcotráfico: mata a 60 mil mexicanos al año

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En México, alrededor de 60 mil personas fallecen al año, es decir un promedio que va de 165 a 180 defunciones diarias como consecuencia de enfermedades asociadas con el consumo de tabaco, según estadísticas de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud. Esta enfermedad ahora es, además, factor de riesgo para hospitalización y muerte por coronavirus.

En promedio, los mexicanos fuman siete cigarrillos al día; “tenemos más fumadores ocasionales. A pesar de campañas, esfuerzos, tratamientos para apoyarlos, la prevalencia en adultos se mantiene y en jóvenes aumenta”, destaca Guadalupe Ponciano, coordinadora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo, de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, indicó que “es un problema grave de salud pública, porque los fumadores pueden desarrollar múltiples padecimientos no transmisibles como enfermedad pulmonar obstructiva crónica; afecciones cardio y cerebrovasculares; y cáncer de pulmón”.

Según la última Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017, en nuestro país hay más de 15.6 millones de fumadores, y el grupo más vulnerable es el de jóvenes de 12 a 15 años de edad, y tanto hombres como mujeres fuman tabaco por igual.

La edad promedio a la que se comienza a fumar es a los 13 años, dato importante porque en ese periodo el aparato respiratorio aún es inmaduro para resistir los tóxicos del tabaco. Además, el sistema nervioso central concluye su maduración alrededor de los 21 años, y fumar afecta su desarrollo. Cada año el tabaquismo ocasiona el fallecimiento de ocho millones de personas en el mundo.

Por estos días, la aprobación de la Ley Antitabaco, ha generado una abierta controversia respecto a las implicaciones de dicha norma, que prohíbe en su totalidad fumar en lugares públicos; recordemos que la vigente ley no es nueva, se trata de un seguimiento que inició en 2008, cuando se crearon espacios libres de humo en lugares públicos como bares y restaurantes. Para 2021, la ley fue modificada ampliando prohibiciones y multas, en las que ya no se podía mostrar publicidad sobre el tabaco, punto que también fue aprobado en otros países latinoamericanos.

El pasado domingo 15 de enero del 2023, entró en vigor un nuevo reglamento para la Ley General de Control de Tabaco, mejor conocida como la Ley antitabaco, en la que la prohibiciones se endurecen y se extienden a más sectores públicos como: parques, playas, hoteles, oficinas y restaurantes. En la misma ley se señala una prohibición total a la publicidad, patrocinios, y producción de productos de tabaco, de tal forma que hasta la tiendita de la esquina de tu casa ya no podrá exhibir las cajetillas de cigarrillos.

A nivel mundial existen aproximadamente mil 300 millones de consumidores en sus diferentes formas. Con base en la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2018), en nuestro país la prevalencia es de 17.9 por ciento en personas de 12 a 65 años de edad; es decir, más de 15 millones, señala la especialista de la UNAM.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera al tabaquismo como la principal causa de enfermedad, invalidez y muerte prematura, así como el número uno de mortalidad prevenible. En México, 10 por ciento del total de decesos son ocasionados por esa enfermedad, explica la científica.

México todavía fuman más los varones que las mujeres, en una relación aproximada de dos a uno; sin embargo, es preocupante que esta práctica se presenta cada vez más en grupos más jóvenes: niños de 10 años aparecen en las encuestas epidemiológicas, porque comienzan a fumar a esa edad.

Además, va en aumento el número de mujeres que fuma, lo cual es también preocupante porque son más susceptibles a desarrollar enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y a hacerse adictas; en alguna etapa de su vida adulta encontrarán muy difícil dejar de fumar, aunque estén embarazadas.

En el grupo de 10 a 19 años la prevalencia es de aproximadamente seis por ciento; es decir, un millón de niños y adolescentes ya están fumando. El promedio de edad de inicio es de 14 años y eso es grave porque la nicotina es una droga adictiva, incluso más que la cocaína o la heroína por su comportamiento farmacológico, con un fuerte impacto en el cerebro que terminará de madurar hasta los 21 a los 24 años, los cerebros jóvenes son más susceptibles a las drogas y se hacen adictos más rápidamente, advierte la universitaria.

Además, el tabaco es conocido como “droga puerta de entrada”: los jóvenes que fuman tabaco, tienen trece veces más riesgo de empezar a fumar marihuana y de consumir alcohol.

El tabaco, recordó Guadalupe Ponciano, afecta de manera importante el aparato respiratorio de las personas y en ocasiones ese daño es irreversible; “hablamos de siete mil sustancias químicas en el humo de tabaco, de las cuales alrededor de 250 son altamente tóxicas, y 60 o 70, dependiendo del tipo de tabaco, producen cáncer”.

De ahí que las enfermedades más frecuentes asociadas con el tabaquismo son el enfisema y la bronquitis crónica, y cuando se presentan juntas, EPOC. En ese caso se presenta destrucción del tejido alveolar al grado que el paciente podría necesitar terapia de sustitución de oxígeno, ya que hasta bañarse o vestirse le generaría una terrible fatiga.

También son frecuentes las infecciones respiratorias, neumonías atípicas que no responden bien a los antibióticos, y el asma, sobre todo en niños fumadores pasivos expuestos al humo de tabaco. También el cáncer de pulmón y, por supuesto, la COVID-19, ya que el riesgo de adquirir el coronavirus es del doble respecto a los no fumadores, y más del doble de requerir hospitalización, así como ventilación mecánica.

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