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Con su amor por la cocina, Victoria González pone en alto la gastronomía michoacana

-El 16 de noviembre se conmemora el Día de la Gastronomía Mexicana, desde que la UNESCO declaró a la cocina tradicional mexicana como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad

Su gusto por los chiles rellenos y la admiración por la gran sazón de su mamá, llevaron a Victoria González Chávez, a convertirse en una destacada Cocinera tradicional de la región de Tierra Caliente de Michoacán, y poder, guiso a guiso, poner en alto el nombre de su natal Apatzingán.

En el marco del Día de la Gastronomía Mexicana, que se conmemora desde que la UNESCO declaró a la cocina tradicional mexicana como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, en Nairobi, Kenia, en 2010, la Maestra Cocinera recordó sus inicios en este arte.

“Mi mamá nos involucraba todas mi hermanas y hermanos en la cocina, revolvía el arroz, el frijol de un color y otro y nos ponía a separar, así se aseguraba de que no anduviéramos de caseras y así nos involucró. A los 7 años la vi cocinar y ella cantaba y disfrutaba y yo la veía. Cuando hacia los chiles rellenos, que a mi me encantaban cuando niña, siempre la veía y cuando tenia como 10 años me dijo un día que ahora me tocaba hacerlos a mi y yo me espanté, pero me dijo ¿te avientas? Y le dije que sí”, platica con gusto.

Aunque ha recibido invitaciones para abrir restaurantes en lugares turísticos como la Riviera Maya, Vicky está convencida de mantenerse en su estado, en su tierra desde donde busca dar a conocer la gastronomía local a nivel mundial, sin olvidar que fue de la incertidumbre de donde nació la idea de su primera fonda en Apatzingán.

“Cuando me casé yo, en el matrimonio trabajábamos juntos con mi esposo y cuando nos quedamos sin negocio en una ocasión, recuerdo que les dije que yo no era para quedarme en la casa porque hago y hago quehacer y nada me pagan.

Platicando con mis amigas me decían que porque no me ponía un restaurante y decidí hacerlo, buscaba local y no encontraba y, por azares del destino, una amiga que tenía una fondita se iba a ir a Estados Unidos y me ofreció dejármela y no me cobró nada”

Con una estufa, cuatro mesas de una refresquera y un mostrador de madera, comenzó la mayor aventura de Victoria, quien de inmediato puso su toque personal al negocio con un comal de tortillas hechas a mano, pues dice que sabía que los clientes de su amiga no seguirían con ella y su primer reto era conseguir sus propios clientes.

Fue poco el tiempo que necesitó para que su fonda “La Tradición” fuera un referente de sabor en el lugar, con una improvisada sala de espera en una explanada al frente de su negocio, pero al poco tiempo los hijos de su amiga le pidieron de vuelta el espacio y la búsqueda de la nueva sede de su fonda comenzó.

“Yo sí me sentía triste porque yo pensaba en lo feliz que me sentía haciendo comida, porque yo siempre cocinaba, horneaba para mi esposo, para mis hijos…entonces entendí lo que sentía mi mamá cuando yo la veía tan feliz en la cocina, ella horneando o cocinando y con todos nosotros alrededor”, compartió.

Luego de algunos años de trabajo y ampliar su negocio hasta tener una capacidad de 70 personas, tu destino cambió por completo gracias a una invitación que recibió de sus ahora amigas Juanita, Benedicta y Antonina: sumarse al grupo de cocineras tradicionales de Michoacán.

“Yo me acordaba de cuando venia a visitar en Uruapan, el domingo de Ramos, a las cocinaras tradicionales y yo las veía y casis casi les pedía que me dejaran ayudarles porque veía con que gusto hacían la comida y me daba alegría verlas.

Ya cuando me invitan a mi a cocineras, yo ni sabía que había ese grupo y me invitó la que era delegada Olga Ayala”, recuerda con cariño.

Hoy, la maestra cocinera Victoria está establecida en Morelia, donde día a día revive aquellos años en los que veía a su mamá en la cocina “porque tengo muchos recuerdos de mi niñez, de tiempos en el rancho, en donde sabíamos que había mucha alegría”.

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