La gira que sostiene el diputado federal del PRD, Pacos Huacus al interior de Michoacán, es un ejercicio sí demócrata, pero con alto riesgo político.
Los agravios del pasado a la militancia del PRD por dirigentes y líderes sectarios, contribuyó sobre manera al resquebrajamiento de las estructuras y de la organización política misma; hoy, el PRD transita por una etapa crítica, no es el partido irruptor del pasado.
El que movilizó almas, conciencias y voluntades en contra de un sistema y de un partido político.
Los nuevos escenarios impuestos por el actual régimen, implican, que, el PRD se asuma como una fuerza partidaria movilizadora de los ciudadanos.
El extravió democrático y plural del Sol Azteca debe recuperarse, aún si se encuentra en el Frente Amplio por México, a partir de constituirse como una fuerza que articule una agenda social mucho más progresista.
El Frente se tradujo como una tabla de salvación para el PRD. Su potencial político no debe diluirse en solo decisiones pragmatistas, debe conciliar los intereses de amplios sectores ciudadanos, que, tiene un pensamiento de izquierda fundado en mayores libertades y de una justicia precedida de instituciones políticas confiables y garantes de los derechos de la población.
Paco Huacus se propuso rehabilitar al PRD, ordenarlo, reanimarlo y vigorizarlo en ideas y proyectos hacia el 2024.
Ciertamente, Paco Huacus es el menos responsable del desastre partidario ocasionado en el pasado al Sol azteca, pero, ahora le corresponde constituirse como un salvoconducto político que esperance nuevamente a los que están y a los que aún no llegan.