El gol, el poema del fútbol o una crónica del fútbol moreliano
Octavio Ortiz García/ MoreliActiva
Morelia, Michoacán.-El griterío y la pasión se desborda en el Estadio Morelos con los goles que anota el Atlético Morelia, al final gana el equipo michoacano.
Entre el júbilo, recuerdo al grande del ensayo futbolero, Eduardo Galeano, quien decía el gol es el poema del futbol, ciertamente son poemas las anotaciones del equipo moreliano.
En el Estadio Morelos anota dos goles el Atletico Morelia y logra la victoria en el regreso a los partidos con público, después de que el estado atravesara la Cuarta Ola de la Pandemia y de que se decretará la reactivación de los eventos masivos al 75 por ciento de aforo.
El primer gol lo anotó Jesús Andrés Ramírez, el segundo lo anotó Gael Acosta. Los 10 mil 521 espectadores se desvocan en gritos. Todos festejan, inclusive los villamelones. Todos brincan eufóricos.
La poesía, como decía Gaston Bachelard, debe ser un sentimiento de elevación del espíritu y los goles del Atlético Morelia parecen que elevan a toda la inchada.
La gente, antes del inicio del partido, se aglomera afuera del Estadio, muchos no alcanzan boleto. Hay críticas fuertes y muchos buscan por horas comprar un boleto a los revendedores, aunque pocos lo logran.
Durante el partido todos están alegres y esperanzados, pero los goles no logran encender el ánimo por completo, todos parecen dispersos, con su pensamiento en otro lado.
Termina el partido y todos salen del estadio, entre la plática de los conocedores y los viejos aficionados sale a relucir la añoranza de los viejos tiempos, de las grandes glorias.
Todos se retiran con la melancolía y el deseo de un equipo de primera división.
Morelia gana, pero hay más que nada, parcimonia. Nadie está triste, aunque se respira en el ambiente un algo que falta, un algo que se anhela.
