¿Votar o no votar el 1 de junio?

LIBRE EXPRESIÓN…
Por: Carlos Alberto Monge Montaño.
“Recordad que, a lo largo de la historia, siempre ha habido tiranos y asesinos, y por un tiempo, han parecido invencibles. Pero siempre han acabado cayendo. Siempre”. Mahatma Gandhi (1869 – 1948) Político y pensador indio.
La disyuntiva entre votar o no el primero de junio para elegir jueces, magistrados y ministros se ha tornado en una decisión difícil para quienes optamos por la libertad y la democracia. En mi caso, he decidido no hacerlo.
México necesita de un Poder Judicial autónomo, que siga siendo un contrapeso, conformado por profesionales honestos, capaces, conocedores, pero no populares y menos con vínculos partidistas.
Se trata de una elección que de origen es una porquería. Nació de un Congreso de la Unión que construyó de manera tramposa una mayoría calificada, que incluyó el voto de traidores del PRD y PAN que salieron a pedir el voto para detener la dictadura que impulsaba Morena, pero que a la primera “oferta” se prostituyeron.
Las listas de quienes estarán en las boletas fueron elegidos preponderantemente por Morena y aliados. La mayoría son desconocidos para el ciudadano común, pero cercanos al partido en el poder.
Es una elección donde al Instituto Nacional Electoral no le dieron los recursos necesarios para instalar el mismo número de casillas que en otra elección federal, pese a las dificultades que implica, como sufragar en 11 boletas en el caso Michoacán, en algunas para elegir 4, 5, 9 o hasta más de 20 nuevos integrantes del Poder Judicial tanto federal como estatal.
Legisladores de Morena con sus aliados y motivados por una sed de venganza y un ánimo destructor de los contrapesos del poder que promovió Andrés Manuel López Obrador y respaldó Claudia Sheinbaum Pardo, votaron obedientes lo que les ordenaron.
Conste, la presidenta con a, se atrevió a sugerir que se pospusiera semejante aberración, pero rápido reculó. Evidentemente le habló su gurú y, carente de poder, se limitó a obedecer.
No hay duda. Se trata de una estrategia para quedarse con todo el poder. Es un paso más hacia la tiranía, ya veremos con qué apellidos la siguen construyendo, pero está claro que de menos será una “dictadura blanda” como la que implementó el Partido Revolucionario Institucional.
No conformes y sabedores del fracaso que será la elección, que se presume no alcanzará el 10 por ciento de participación del Padrón Electoral, Morena y aliados intentan organizar a su clientela para que participe y ya les distribuyen el acordeón para que sepan por quiénes deben votar a cambio de algún dinero o ventaja, y en otros casos, aprovechando la ignorancia y/o necesidad de su feligresía, con la amenaza de quitarles los programas sociales. Así de miserables.
Se trata además de una trampa con doble filo. Por un lado, el partido en el poder sabe que será un fracaso electoral, pero un éxito con el que aniquilarán un contrapeso para crear un Poder Judicial totalmente sometido, como se ha intentado en Bolivia, por citar un ejemplo.
Y, por otro lado, la poca participación ciudadana será un argumento más para que esta mezcolanza llamada Morena con sus aliados, sigan atacando a los órganos electorales, ya de por sí sometidos, en especial el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, para, en un siguiente paso, aniquilarlos y construir otros plenamente a modo.
Total, ya acabaron con el resto de los organismos autónomos ciudadanos, los que están en el poder son juez y parte en la administración de justicia, la transparencia, regulación en materia de telecomunicaciones y rendición de cuentas, entre otros. Así que, seguramente muchos ignorantes aplaudirían que las elecciones las organicen, otra vez, quienes están en el poder.
Sé que ciudadanos comprometidos con la democracia, los contrapesos, la justicia y la libertad han decido salir a votar. Consideran que es mejor anular su voto para que sea más claro el rechazo. Sin embargo, al hacerlo, se legitima esta aberración y para colmo, el voto nulo no tiene ningún valor.
Otros, que además tienen las credenciales para ser parte del Poder Judicial y no están vinculados a Morena o partidos aliados, se atrevieron a participar y estarán en las boletas, pese a todo. Decidieron que debían intentarlo y de ganar, seguir dando la batalla desde adentro.
Así que, estimado lector, si usted decide ir a votar, ojalá lo haga por los mejores perfiles, tratando de ubicar a los que no estén vinculados a los gobiernos federal o estatal, los que, por cierto, son la mayoría.
Una opción en la búsqueda del contrapeso es elegir a los que fueron propuestos por el Poder Judicial y que estarán identificados en las boletas con las letras “PJ”.
En caso de que decida no votar, quedará la opción de sumarse a las manifestaciones que ya se convocan contra la elección el mismo 1 de junio y estar alerta y dispuesto a dar la pelea ciudadana en la siguiente contienda electoral, si es que aún hay manera de que los votos cuenten.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.